Chuletas Electronicas

Pinganillos

Pinganillo con Cámara

Pinganillos y deporte, la polémica está servida

El uso del pinganillo en el mundo del deporte ha supuesto innegables mejoras aunque también ha provocado alguna controversias, recordemos si no la polémica suscitada cuando, hace ya ocho años, el entonces técnico del Real Madrid, Vanderlei Luxemburgo, decidió que Raúl jugara un partido amistoso usando uno de estos aparatos. Los resultados no fueron los esperados y las críticas al entrenador coparon los titulares de los diarios nacionales.

Entre las razones esgrimidas por los detractores de ésta innovación se encuentran algunas de índole “teórico”, como es la idea de que el uso del pinganillo durante un encuentro da demasiado protagonismo al entrenador en perjuicio de la rapidez en la toma de decisiones y agilidad que requiere un jugador en el campo.

Sin embargo, nadie niega que esa misma agilidad es lo que ha animado a comprar pinganillos a los árbitros. Eso y la reducción en los errores arbitrales, permitiendo que los jueces de línea que más cerca se encuentren de la zona de “choque” puedan comunicar rápidamente al árbitro lo que ha sucedido visto desde el ángulo correcto.

Chuletas y Pinganillos

Pinganillo y sus detractores

Aún así, hay otras razones que para algunos desaconsejan el uso del pinganillo por parte de los jugadores de fútbol, principalmente se duda de la integridad física de los mismos ya que al no llevar casco, como si ocurre con los jugadores de fútbol americano, un golpe o pelotazo en el oído podría ser fatal.

Precisamente al éxito de los pinganillos en el fútbol americano aluden los defensores de su uso en el deporte rey. En su opinión los entrenadores, por su situación en el campo, tienen una visión global de lo que está ocurriendo en el mismo y pueden tomar decisiones más objetivas en cuanto a las jugadas a realizar. Ante este argumento otros contestan que el fútbol americano es mucho más táctico que el europeo.

También en el ciclismo el uso del pinganillo ha sido motivo de múltiples debates, quejas y acusaciones cruzadas.

Si en el mundo del fútbol estos debates no han pasado del papel, en el caso del ciclismo La Unión Internacional ha tomado partido, aunque sin demasiada coherencia, ya que ha aprobado y prohibido su uso en varias ocasiones durante los últimos años.

Tras las quejas de algunos corredores que consideraban que la mayor parte de las caídas en carrera eran provocadas porque los corredores iban entretenidos escuchando las instrucciones a través de sus auriculares, la Unión decidió prohibir su uso en algunas carreras.

Esa fue la razón oficial, ya que tanto periodistas expertos como los propios ciclistas consideran que la medida se tomó en realidad para mejorar el espectáculo, dado que al no poder elaborarse una estrategia sobre la marcha, la incertidumbre sería mayor.

Muy lejos de solucionar el problema, esta decisión provocó un rechazo general por parte de equipos y la mayor parte de corredores, que consideran que el uso del pinganillo es una importante aportación tecnológica en el mundo del ciclismo, principalmente porque aumenta la seguridad de los corredores y también porque permite mejorar y corregir las estrategias de los equipos según lo que acontezca en la carrera.

Como viene siendo habitual, la polémica se convirtió en la protagonista del ciclismo, se sucedieron las protestas de “bicis caídas” y boicots en multitud de pruebas, incluso en las etapas del Tour de Francia en las que se prohibió el uso de los auriculares.

La Unión volvió a cambiar de opinión, y durante el próximo año se podrá utilizar el pinganillo en todas las carreras ciclistas a
nivel internacional.

Otros deportes, como la Fórmula 1, han incorporado el pinganillo como un instrumento más para la profesionalización y mejora continua, sin ningún tipo de incidente.

Quizás el uso del pinganillo deba estudiarse detenidamente para su uso en cada deporte en particular pero, ¿por qué no aprovechar las innovaciones tecnológicas en este mundo igual que se hace en cualquier otro entorno profesional?